viernes, 27 de junio de 2008

A No Tropezar A Quien Le Gusta

Amo las luces no puedo estar en un lugar que tenga poca iluminacion o sea de oscuridades probablemente sea hereditario pero desde añares el ser humano y muchos otros organismos han llevado a cabo sus vidas a la luz del dia y dejado la noche para el descanzo los sueños y las mas increibles historias.

Me pregunto si acaso soy el unico que prefiere una habitacion blanca iluminada con reflejos candentes sobre los objetos brillantes una tele prendida el monitor encendido y si es posible el reflejo ocre de algun ropero o mueble con su espejo dando una segunda opinion del lugar a una habitacion oscura de apariencia humeda posiblemente con telas de araña debajo de la cama las luces apagadas y ninguna entrada de luz del exterior, francamente me parece que la eleccion esta al comienzo.

Es extraño mencionarlo pero la luz casi en muchas oportunidades es testigo de alegrias en cambio la oscuridad tiene solo unas contadas posibilidades y muy poco que ver a todo esto.

De hecho si los seres humanos tenemos ojos y no como los peces de las profundidades del oceano que nacen ciegos es por el hecho de requerir de la capacidad de contemplar el entorno para hubicarse a diferencia del murcielago que genera un mapa virtual luego de algunos pulsos de ultrasonido para asi formarse una idea; bien es sabido que el ultrasonido es la habilidad del murcielago pero que las personas tengamos que hacernos una idea de nuestro lugar y luego apagar las luces me parece innecesario e inutil.

Volviendo a la iluminacion ideal no olvidemos la ilustre presencia de un hermoso velador de cabecera de la cama para completar la postal.

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